domingo, 8 de abril de 2012

Como cambian las cosas



Pensé que nunca lo diría, pero las cosas cambian. Cambian las situaciones, los sentimientos, las personas e incluso los lugares. Hace unos años que nadie me hubiese dicho que en Semana Santa fuese a cualquier otra parte que no fuera el pueblo de mi madre. La respuesta hubiese sido un NO rotundo, a partir de Miércoles Santo que nadie me sacase de allí.

Recuerdo la pena que me daba cuando se iba el último trono después de la procesión de Viernes Santo por la noche porque para mí la Semana Santa acababa ahí, lo del Domingo de Resurrección ya era otra cosa.

Recuerdo ir a ver como "bailaban" a la Cleofé, sí, aunque resulte raro, en mi pueblo los Santos bailan.

Este año después de más de 25 años saliendo en la procesión de Viernes Santo por la noche no me he quedado después de la procesión a ver como "bailaban" a los santos , ni siquiera he salido después, como solía hacer. Y dicho así, parece que hay un tono de añoranza en mis palabras, pero no lo hay. El pasado, pasado está.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Esos bailes de santos son peligrosos.