Cuando la nada se convierte en algo relativo despierto de un largo sueño, un sueño de cisnes azules. Cisnes azules que sueñan con ser blancos, inmaculados, perfectos, pero siempre hay un pero. Un pero que todo lo cambia, un imposible, un "necesita mejorar" un atisbo de imperfección contrastada, una duda que está lejos de ser metódica, una ilusión que se desvanece ante un semáforo rojo, un grito que nadie escucha, un baile de soledad infinita.
2 comentarios:
Pasando de la avispa al cisne...
imperfecciones en soledad....
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