lunes, 20 de agosto de 2012

El viaje de vuelta (+ reflexión)


A veces piensas que no te hace falta GPS que la vuelta es más fácil que la ida por el simple hecho de que vuelves a casa.  El problema es que todas las calles te parecen iguales y ya no sabes por dónde vas a girar. 

Cuando por fin consigues salir te confundes de salida y tienes que dar la vuelta, pero ya no te acuerdas del camino y decides poner  el GPS. Alivio temporal de límite finito. 

El GPS te dice que gires en una rotonda que no existe o que tomes una salida que está cortada por obras. Así que sólo tienes dos opciones: Volver  al sitio de donde viniste y posponer el viaje un día más o la carretera Nacional ...

Elijes la carretera y te das cuenta de que hay una luz que lleva un rato encendida… Te vas a quedar sin gasolina, estás en medio de un atasco y por muchos kilómetros que recorres no ves ninguna estación de servicio, quieres llorar y no puedes. Todo parece negro en un día muy soleado. 

Cuando casi has perdido toda esperanza ves una gasolinera y suspiras. 

No te fías más del GPS y le preguntas a alguien por el camino de vuelta, esa persona señala hacia la izquierda y dice: “por allí”.

 Tomas la dirección indicada, han pasado más de dos horas y todavía te quedan 300 km. Empiezas a pensar que qué mala suerte la tuya: no puedes ir por la autovía, vas a tardar un siglo en llegar, piensas en el atasco y en el agobio de ver que te quedabas tirada en la carretera y apenas valoras que te has salvado, que estabas agobiada por algo que no iba a suceder. 

Cuando de repente ves una playa preciosa (playa de la Rijjana cerca de Castell del ferro, la realidad es mejor que la foto) y gracias a que vas por Carretera Nacional puedes permitirte el lujo de bajarte del coche y contemplar esa maravilla que de cualquier otro modo nunca hubieses llegado a conocer. 



En conclusión, hay veces que las cosas que nos pasan parecen malas y no lo son, el problema es que estamos cegados por la razón, por la economía del tiempo, por las prisas y los agobios del día a día y no nos damos cuenta que todo sería mejor si nos tomásemos todo con más calma.  

Deseos


Después de más de un año he terminado de leer Deseos deMarina Mayoral, este libro llegó a mí por error. Todavía me acuerdo de las palabras de alguien: “Ahí habéis pinchado en hueso”…  



Probablemente no sea el mejor libro que haya podido leer, pero sí uno de los que más me han hecho reflexionar.

Deseos…

A veces lo que deseamos no es lo que más nos conviene, es más,  un deseo hecho realidad se puede convertir en la peor de nuestras pesadillas  o mejor dicho en la pesadilla de nuestra vida. Esto es más o menos lo que le pasa a una de las protagonistas del libro.

Muchas veces lo que más amamos no la realidad sino la idea que tenemos sobre ella, el ideal de algo que no existe.

No es fácil encontrarse a uno mismo, tener claro lo que quieres y lo que no, seguir el camino de baldosas amarillas, evitando  que  los pájaros se coman las migas que dejamos para no perdernos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Low Cost 2012

Viernes 27 de julio (cola para entrar, para el vaso, la barra...)

Llegamos a mitad del concierto de Ivan Ferreiro que no estuvo mal, pero tampoco me emocionó. Cenamos con Is Tropical de fondo luego vimos algo de Suede y saltamos lo que no está escrito con We are Standard.  El cantante no iba en muy buenas condiciones, pero lo hizo bien. Terminamos la noche con The Sounds. 

Sábado 28 de julio (la relajación...)

Al salir del hotel nos encontramos con los que llevan el tema de la iluminación del festival, suerte la nuestra, ¿quién será esa gente tan informal que pide un taxi y desaparece antes de que llegue?no digo nada...

Empezamos con Second, que cada día me gustan menos y básicamente terminamos con Placebo que estuvo muy bien, pero hacía mucho calor. A partir de ese momento ya nos sentamos (más de 3 horas!!) y fin de fiestas. Escuchar a los Citizens! sentada no era precisamente lo que yo tenía en mente, pero en fin, a veces vienen las cosas así... 

Domingo29 de julio (socializar)

  Cenamos con Bigott de fondo, la verdad es que me daban ganas de bailar, pero no bailé. Seguimos con La Habitación Roja que, aunque los he visto muchas veces, sigo cantando Nunca ganeremos el mundial, La edad de oro y todo lo demás. Otro pequeño descanso con Jero Romero que, por cierto, las letras de sus canciones son demasiado predecibles. Y de vuelta al escenario Budweiser para ver a Kasabian... en las gradas... Otra vez me quedé con las ganas de saltar. 

Vetusta Morla me aburren como de costumbre, quitando algunas canciones del segundo disco, del resto no me sabía ninguna. Y ya por fin!! sopresa sopresa... Puedo saltar con Kakkmaddafakka que con ese nombre nunca me hubiese imaginado que me podría gustar y no es que me gusten, pero en ese concierto me lo pasé bien. 

La verdad es que leyendo lo que he escrito parece que ha sido un festival un poco aburrido, pero no, ha estado bien sobre todo la compañía.