martes, 3 de enero de 2017

El respeto y los gatos

     Esta Navidad durante unos días he tenido el placer de tener a Isis en casa. Isis es la gata de mi prima. Es curioso ver cómo actúa. Cuando oyó a mi sobrina lo primero que hizo fue esconderse debajo de una mesa, mi sobrina intentó tocarla, la gata no quería, pero mi sobrina insistió y el segundo aviso fue un arañazo. Sin embargo a mí nunca me ha hecho eso, conmigo siempre ha sido muy mimosa y cariñosa, yo siempre dejo que sea ella quien se acerque y la gata quiere estar conmigo porque no me ve como una amenaza, percibe mi cariño y sobre todo mi respeto hacia ella.

       
            Me hizo pensar que a veces nosotros actuamos un poco como los gatos, cuando nos sentidos amenazados sacamos las uñas. Según con quien estemos actuamos de una manera o de otra y sin embargo somos los mismos. "La gata me ha arañado" "la gata es mala" tendemos siempre a echarle la culpa a los demás y pocas veces analizamos el porqué de las cosas. "La gata estaba asustada" "la gata se defiende porque cree que quieres hacerle daño".