domingo, 6 de febrero de 2011

Teresa, el cuerpo de cristo (de Ray Loriga)



Ayer vi Teresa, el cuerpo de cristo, parece ser que hay cierta polémica con esta película por la forma en la que tratan los éxtasis, pero imagina que no has visto nunca el color azul y alguien intenta explicarte cómo es ese color, pero tú no puedes verlo. Pues aunque nunca llegues a entenderlo bien, lo lógico es que te lo comparen con algo que sí conoces ¿no?

"Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego.
Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento... Los días que duraba esto andaba como embobada, no quisiera ver ni hablar, sino abrasarme con mi pena, que para mí era mayor gloria, que cuantas hayan tomado lo criado." (fragmento del capítulo XXIX del libroVida de Santa Teresa)

2 comentarios:

jm dijo...

Me pregunto si todos percibimos el mismo azul

supersalvajuan dijo...

Muchos días sin comer para el éxtasis.