Hace un par de semanas me terminé de leer el caso Tuláyev de Víctor Serge. Trata sobre las purgas de Stalin, la época del Gran Terror y lo que supone vivir bajo el régimen Stalinista.
Al principio puede dar la sensación de que cada capítulo es una historia independiente, pero luego te das cuenta de que no, todo guarda relación.
Los periódicos mienten, quieren hacer creer que todo es de color de rosa cuando la realidad es negra. Pero la vida no es un periódico, es un ir y venir en las noches frías de Moscú, es el miedo a que la suerte cambie, a que la balanza se incline hacia el otro lado, a que te malinterpreten, a decir la verdad, a que el jefe diga nones.
Todo es cuestión de tiempo. A cada cerdo le toca su San Martín. Aquellos que se consideraban intocables, se precipitan hacia el vacío, hacia el terror, hacia el peor de los finales.
El libro está bien. Te hace reflexionar sobre el concepto de justicia. ¿Si te condenan por algo que no has hecho es justo?pero y si has hecho cosas mucho peores por las que nunca te condenarían ¿la respuesta sería la misma?
5 comentarios:
A mí estos libros así me dan un poco de miedo, sobre todo en vacaciones. Tengo en la mesilla "Las benévolas" de Jonhatan Littel y no sé si atreverme a empezarlo. Dicen que es apasionante.
Estoy en el campo, por eso no os visito ni actualizo, pero la explanadilla de tomar cervezas sigue allí. Un toque y quedamos. Besicos.
Pues nada me tomo nota.
Saludos!
a mí me pasa lo mismo, para mí la justicia es un fin moral injuzgable. Una vez me eligieron de jurado popular y fue horrible, siempre me entran dudas terribles porque la realidad tiene mil expresiones distintas y ponderar una de ellas es someterse al error. Al final todos los miembros del jurado decidimos lo mismo pero ¿hicimos bien? ¿actuamos guiados por prejuicios? Imposible saberlo.
Es interesante el libro, aquí me he comprado varios, no sé cómo voy a volver tendré que desdoblarme o pagar mucho dinero por sobre peso
un beso
Lo apunto a la libreta
Noción moral digna de ser estudiada: es justo todo aquello que ME beneficia. (Siempre hallaré el motivo para justificarme)
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