jueves, 4 de febrero de 2010

Noche ingrávida



Intentando recordar las letras de las canciones olvidadas.

Mis ojos están demasiado cansados de mirar siempre en la misma dirección.

Traduciendo el lirismo de tu mirada en una noche ingrávida.

 Grises macilentos acechan  a los sentimientos más serenos,
reflejos de algo insólito difícil de explicar.

Mientras mirábamos nuestras manos perdimos el orgullo ser lo que fuimos.

 El mañana no era más que el disfraz de tu reflejo,
y las palabras la excusa perfecta para evitar la realidad.

2 comentarios:

alfonso dijo...

bonito
si señorita

Sarashina dijo...

Todas las noches son ingrávidas. Si hasta volamos en sueños. Esa palabra, malicientos, ¿existe o te la has inventado?