lunes, 8 de junio de 2009

El equilibrio de los tiburones


Hace unos días terminé de leer El equilibrio de los tiburones, subrayo el siguiente fragmento:

“Tal vez las verdades de los demás no sirven para nada. Sobre todo cuando uno no está en condiciones de sostenerlas”

La novela refleja un mundo de gente incompleta, personas que buscan la completitud de diferentes maneras, algunos desde su locura, otros desde su obsesión por los tiburones, otros dejándose llevar entre dos corrientes. En el fondo todos estamos locos, sólo hay que cambiar el sistema de referencia. El libro hace una instantánea de sentimientos como los celos, el miedo, la angustia, la desesperación, la rabia, la incapacidad de soportar que los demás puedan hacer cosas que tú no puedes, la felicidad momentánea y las crisis existenciales. Los sentimientos se ven tal y como son: transitorios pero incontrolables, cualquier razonamiento lógico no influye en ellos. Es una novela intimista, cuida los detalles, los diálogos son fluidos, pero el interés decae hacia la mitad del libro. El final en cierto modo es predecible. Un libro que se llama el equilibrio de los tiburones no puede terminar en desequilibrio, o sí ¿por qué no? parece poco realista. Se podría interpretar como una redención, pero como decía Shakira “no todo el que peca empata si reza”.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Hay que echarles atún.

Insanus dijo...

Anotado. A la larga lista del bloc de notas.