miércoles, 18 de febrero de 2009

The Reader


Ayer fui a ver The Reader, me llamaba mucho la atención esa película, no sé exactamente porqué, pero el caso es, que no es para nada lo que yo esperaba, claro que tampoco sabría decir que era exactamente lo que yo quería encontrarme.

Al principio me pareció una fantasía sexual, no sé hasta que punto creíble, en la frontera entre la felicidad ficticia y los cuentos de hadas. Las escenas empezaron a hacerse eternas, esperé a que cambiaran las tornas y cambiaron, por supuesto que cambiaron, hasta el punto de convertirse en una película de diferente género. Los personajes son bastante herméticos, sus motivos se intuyen, pero no se palpan.
Dicho lo dicho, parece que la película no me ha gustado nada y tampoco es eso. Es una película que trata sobre el orgullo, la vergüenza, la falta de comunicación, la lectura como medio para escapar de la realidad y a su vez como vehículo para materializar sentimientos, sobre evasiones y dilemas morales.

Hace que te preguntes cosas cómo: ¿En una guerra, hasta qué punto se puede condenar a una persona por cumplir con su obligación?,¿es justo que el más sincero sea el más castigado?, ¿la mentira como atenuante es justificable?,¿hasta que punto merece la pena evitar la vergüenza si esa vergüenza podría ser tu salvación?, ¿es justo que una persona cargue con la culpa de miles?, ¿quiénes somos para juzgar a nadie?

4 comentarios:

JC dijo...

A mí personalmente me parece una gran película, en la que cabe descacar el papel de Kate Winslet.

Sarashina dijo...

Todavía no la he visto, pero la tengo en espera, y no quiero que se me escape como otras. Lo que dices me parece interesante. Ya veré por mí misma. Un abrazo

Insanus dijo...

La tengo pendiente de ver, y con bastantes ganas. Hacen buena pareja el Leo y la Winslet, pero más allá de esa frivolidad, creo que la película en sí debe estar interesante.

Wunderkammer dijo...

Yo la he visto hoy y me ha gustado. Había leído tu magnífica entrada estos días y ahora la releo y he sentido lo mismo que tú.
Lo mejor es ir sin saber lo que vas a ver, sin duda.
Gracias, Eme.