viernes, 5 de junio de 2009

¿Democracia?

La democracia existe en la mente de todos, es una idea que nos gustaría que fuese real, pero la realidad siempre es otra.

Nos hacen creer lo que les conviene, quieren hacernos sentir indispensables, nuestro voto no se puede perder. Por favor, déjense de historias, que luego cuando tengan la sartén por el mango pasaremos a mejor vida, pasaremos al olvido, nuestra opinión ya no será importante, harán encuestas para tirarlas a la basura.

Y pasarán los días y nos contarán el cuento de Blancanieves y los 7 enaninitos, realidades distorsionadas de cuentos que se reinventan cada día, imaginación al poder en cabezas vacías, la ecuación no tiene solución en el dominio de los reales.

Luego nos indicarán muy amablemente que sigamos el camino de baldosas amarillas, pero no, está vez no, esta vez me quedo con Caperucita versión pop.

¡Qué viene el lobo!, ¡qué viene el lobo!, no señor, el lobo ya llegó, hace mucho tiempo que había hecho su Agosto.

5 comentarios:

Fernando Manero dijo...

No comparto ese pesimismo y a visión tan desoladora de la democracia. La democracia nunca será perfecta porque quienes la gestionan son imperfectos por naturaleza. Pero, cuidado, actitudes como esa llevan al nihilismo y esa especie de callejón salida al que conduce el no confiar en nada ni en nadie. Somos libros y podemos ejercer nuestra libertad, adoptar posturas críticas y denunciar lo que rechazamos, cuestionar lo que nos parece y reclamar lo que merecemos. Cualquier cosa menos sumirnos en la desesperanza que nos lleva a la desolación y a la pérdida de confianza en todo y en casi todos.

Robe dijo...

Es que, lo queramos o no, no estamos en una democracia, si no en una oligarquía política. Quien piense lo contrario se engaña de principio a fin o no sabe qué es eso que los demás llaman "política".

supersalvajuan dijo...

Tititi. Todo mentira. Encefalograma plano.

Sarashina dijo...

El asunto es que una dictadura, por ejemplo, o una oligarquía, son regimenes cerrados, aunque a su pesar e indefectiblemente evolucionen. Una verdadera democracia no es cerrada, se construye día a día y por todas las personas. Es una obra siempre en construcción. Si tenemos lo que tenemos, esta democracia desvirtuada, es precisamente porque los ciudadanos no participamos, no nos movemos, dejamos que sean ellos los que lo hagan. Mira, eme, las malas maneras son naturales, es lo primero que sale; las buenas hay que elaborarlas. La violencia es natural, es la agresividad dejada a su libre desarrollo; la paz en todos los ámbitos es una construcción. La dictadura del más fuerte es lo natural; la democracia hay que construirla. Siempre es más fácil lo inmediato; nos cuesta mucho asumir lo que conlleva un esfuerzo y una evolución continua. Para asumir esto puede ser nefasto el mantener una pose de malditismo o simplemente l'embarras des sentiments, que dirían los refinados franceses.

Francisco J. Hernández dijo...

Vivimos en una democracia, lo que significa que por defecto confiamos en el buen hacer de los políticos, y esta falsa garantía de calidad es utilizada por aquellos que ocupan puestos de poder para enriquecerse a costa de los ciudadanos y de la destrucción lenta e inexorable de nuestros recursos naturales.