martes, 2 de junio de 2009

Las 7 vidas de un gato

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero también dicen que los gatos tienen 7 vidas. El gato no está muerto, quizá todos llevemos un gato dentro y de ir al infierno siempre estemos a tiempo. Bueno, al cielo o al infierno según se mire,¿redención o castigo?, todo es relativo, depende del ángulo de inclinación, de la perspectiva, del sistema de referencia, de las creencias o de la ausencia de ellas.

Negar que existen cosas independientemente de lo que nosotros pensemos sería una necedad. Ni somos tan importantes, ni somos imprescindibles, el mundo seguirá girando igual creamos o no. No es cuestión de ilusionismo, el ilusionismo es una farsa, una pantomima. Podemos inventar, imaginar, creernos nuestras propias historias, ¿pero de qué nos serviría?. El arte del engaño, tal vez deberíamos ser políticos, luchar por una causa justa o injusta, pero luchar al fin y al cabo, basta de ser vegetales, basta de soñar despiertos,basta de realidades imaginadas. Se acabó, buscamos un punto y a parte, no un punto final, ¿el miedo a la muerte es innato al ser humano?

Todo para que luego nos de un hamakuko justo cuando falta un mes para jubilarnos, no señores, no, no hay que tomarse las cosas tan a pecho, que luego vienen las madres mías, todo en su justa medida, buscando el equilibrio perfecto, ése que es imposible de encontrar. Desgraciadamente la balanza de la justicia se desequilibró hace mucho tiempo,la pregunta es: ¿alguna vez estuvo equilibrada?

Nos perdimos en la burocracia, en los papeles que no sirven para nada, en los rodeos inútiles ¿todo para qué?, ¿para no recordar que somos efímeros?, ¿para evitar lo inevitable?, ¿para no pensar que podríamos morir en cualquier momento y que estas palabras podrían ser las últimas? Nos movemos entre arenas movedizas, ¿quién vive el presente?, el presente, ¡qué ironía!, ese intervalo de tiempo, que transcurre mientras tecleo estas letras, que probablemente a nadie interesen. No he descubierto América, no, América se descubrió hace varios siglos.

11 comentarios:

Francisco J. Hernández dijo...

en esa estamos todos Eme, unos mas que otros, pero todos (he leido tu perfil), Gracias por pasarte a escuchar ... y si alguna vez quieres una respuesta sincera, prueba .. aunque .. ¿estás dispuesta a escuchar toda la verdad?

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Si supiésemos todas las mentiras de este mundo, probablemente no lo soportaríamos.

JC dijo...

La verdad es que tienes toda la razón, aunque yo soy de los que vive el presente pensando en el mañana. Un saludo y felicidades por tu entrada, me ha gustado mucho.

Mal bicho dijo...

A mi la muerte me asusta mucho. Bueno, depende de que muerte. Si viviera el fin de la humanidad no lo vería con angustia, si no con la certeza de estar viviendo hasta el ultimo minuto de algo que nunca se volverá a repetir.
Luego lo pienso y digo, "tu eres tonto", cuando te mueras será algo que nunca volverá a repetir, pero...joder, ¿y los demás que?

supersalvajuan dijo...

¿Esto lo has pensado tú sola?

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Jose, me alegro de que te guste.

Mal bicho, yo rezo por una muerte lo más rápida posible, cuando llegue el momento, claro.

Salva, ¿es que lo dudas?,¿qué quieres decir con esa pregunta, que si lo he copiado de alguna parte? No, no lo he copiado de ninguna parte.

Roberto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Roberto Tega dijo...

Lo efímero y lo eterno. Podría estar hablando horas de ello. Gracias por tu escueto comentario y enhorabuena por este interesante blog enarbolado con Hesse y lo efímero. Te ficho

2nd try

Sarashina dijo...

El miedo a la muerte no es que sea innato en el ser humano, es que es natural, desde el momento en que somos el único ser vivo con conciencia de muerte. he dicho que es natural, un error, es normal, lógico, pero no natural. Es una elaboración cultural, un privilegio de nuestra capacidad de anticipación. Lo que es anormal, por otra parte, es no sentirlo, pero para mí, si no se trata de un idiota, es una superación que se debe a un enorme trabajo personal. Vivir en lo inmediato no es vivir en el presente. Hay lenguas, como el árabe, por ejemplo, que no tienen presente en su conjugación, porque entienden que nada es atrapable en un supuesto presente. Esto da la medida de que la elaboración del tiempo y de la muerte es un asunto de pura lingüística, lo cual no es invento mío, que ya lo dijo Witgenstein mucho mejor y más complicado que yo, a partir de que herr Kant le dio la primera idea. Vivir en lo inmediato es la solución a este problema.

Francisco J. Hernández dijo...

yo solo te contaría las verdades que te hicieran feliz, pero nunca mentiría para que lo fueses, así que si preguntas, has de estar preparada para escuchar las verdades sobre las mentiras ...

Señor S. dijo...

Vivimos como si temiéramos dejar escapar alguna cosa, y así no hay modo de instalarse en el presente. Que la verdadera vida esté ausente, como trágicamente decía mi adorado Rimbaud, es una condena, pero también el lujo de poder negar el presente. Equilibrar la balanza, ser capaces de negar nuestra condición actual sin sucumbir a la desolación, habitar el presente y el halo de potencia que lo nimba, requiere un equilibrio difícil de lograr, siempre precario. Supongo que ahí estamos todos, animales paradójicos.

Un saludo