sábado, 19 de septiembre de 2009

El Jarama


Acabo de terminar el Jarama de Rafael Sanchez Ferlioso, con libros así no me extraña que antes no me gustase leer. La verdad es que me ha recordado a los libros de obligada lectura del colegio. Mucha descripción y poco movimiento. Parece un cuadro costumbrista, no es que tenga nada en contra de ese tipo de cuadros pero tratándose de lectura, 347 páginas para que sólo pase algo interesante llegando al final, pues como que no merece la pena o a lo mejor sí, no lo sé. Depende de la paciencia del momento.

La novela te sitúa en otra época 1940/50, evidentemente la forma de enfocar la vida no era la misma que la de de ahora (ahora nadie se extraña de ver a una chica en pantalones).La mayoría de las conversaciones son poco trascendentes. Te quedas con la sensación de estar en la superficie de las cosas. Leyéndolo te das cuenta que por mucho tiempo que pase hay razonamientos que no pasan de moda como por ejemplo que a las empresas les interesa hacer objetos que duren lo menos posible para tener que venderte pronto otros iguales, eso es de sentido común. En cuanto a la muerte, los dos puntos de vista que expone son aceptables.
Sinceramente aunque el libro me lo he leido en dos días, se me ha hecho muy pesado. No se lo recomendaría a nadie.

7 comentarios:

supersalvajuan dijo...

PUes NAda, no me lo leo.

Rafa dijo...

sabía que serías capaz de leerlo este fin de semana, a mí me quedan 50 pags
un besico

rubencastillogallego dijo...

Ferlosio dijo una vez que, a toda persona que le hablase de "El Jarama" en una conferencia o algo así, le tiraría cacahuetes. A mí me dan ganas (como a ti) de lanzarle cacahuetes a él por haberlo escrito.

alfonso dijo...

para mi es muy facil hacerte caso y decir:no me lo leo
;)

jm dijo...

Libro que me apunto a la lista de los "no leer"

Sarashina dijo...

Bueno, voy a romper una lanza, pequeñica, eso sí, por el Jarama. Lo que tiene ese libro es que es un experimento. En los años cincuenta se puso de moda, como vanguardia narrativa, el narrador objetivo, es decir, nadie contaba la historia, se contaba sola, mediante un testigo casi mecánico (como un magnetofón o una cámara) y se captaba la cotidianeidad. Todo ese pasar nada y esa intrascendencia era la que inundaba a una juventud desesperanzada, injustamente tratada, bajo una dictadura, sin futuro. No sé, yo lo leí hace mucho tiempo, y era otra época. Mucho más fuerte en ese sentido era, por ejemplo, "La jalousie", de la literatura nouvelle vague, que era una cámara fija contando un adulterio de lo más corriente y moliente. En fin, experimentos literarios. Si quieres leer algo de Ferlosio muy poético lee "Alfanhuí".

Ramón de Mielina dijo...

Algo he leído de él y no me acuerdo