Hay un anuncio de televisión donde aparece un chico que va enseñando su casa y mientras la enseña hace alguna referencia a su vida. Cuando llega al ordenador el chico dice "mis amigos". No me preguntéis qué anuncian porque no tengo ni idea.
¿Podrías estar 10 años sin salir, solo, descargando música y como único amigo el ordenador? Pues de eso trata precisamente Tengo una Pistola de Enrique Rubio. Refleja la sociedad actual y la influencia de Internet en los jóvenes. Leyéndolo te das cuenta de como las mismas experiencias traumáticas de dos personas distintas forjan en el futuro personalidades diferentes con puntos comunes. Como es el caso de Cascaradenuez y Mazorca.
Existe un paralelismo entre los sueños del protagonista y su vida real: Cuando sueña, él es el protagonista de un videojuego.De la misma manera que cada uno es el protagonista de su propia vida. Los infectados son las personas que viven como autómatas, que no tienen inquietudes, que no son conscientes de que llevan un excremento en su interior.
¿Eres consciente de que llevas un excremento en tu interior? Ésta es una de las preguntas que más se repiten en el libro. La podemos pensar en sentido literal: somos máquinas de residuos orgánicos, o en sentido metafórico: los residuos están en nuestra mente,son el lado oscuro, lo que no queremos mostrar.
La novela hace que te plantees el concepto de libertad y sus condicionantes. La sensación de no tener el control desestabiliza, necesitamos tener la certeza, como diría Jota, de que existimos, de que podemos decidir, de que elegimos por nosotros.
La correspondencia entre sueño(videojuego) y no sueño(realidad) no es exacta. En el videojuego del libro, si te matan puedes guardar la partida en una máquina de escribir y resucitar en el sitio desde donde la guardaste, pero en la realidad si te matan te mueres y punto.
¿Por qué una máquina de escribir? podría ser porque en cierto modo la escritura es eterna, los libros nos sobreviven o podría ser simplemente porque sí, sin más explicación.
¿Podrías estar 10 años sin salir, solo, descargando música y como único amigo el ordenador? Pues de eso trata precisamente Tengo una Pistola de Enrique Rubio. Refleja la sociedad actual y la influencia de Internet en los jóvenes. Leyéndolo te das cuenta de como las mismas experiencias traumáticas de dos personas distintas forjan en el futuro personalidades diferentes con puntos comunes. Como es el caso de Cascaradenuez y Mazorca.
Existe un paralelismo entre los sueños del protagonista y su vida real: Cuando sueña, él es el protagonista de un videojuego.De la misma manera que cada uno es el protagonista de su propia vida. Los infectados son las personas que viven como autómatas, que no tienen inquietudes, que no son conscientes de que llevan un excremento en su interior.
¿Eres consciente de que llevas un excremento en tu interior? Ésta es una de las preguntas que más se repiten en el libro. La podemos pensar en sentido literal: somos máquinas de residuos orgánicos, o en sentido metafórico: los residuos están en nuestra mente,son el lado oscuro, lo que no queremos mostrar.
La novela hace que te plantees el concepto de libertad y sus condicionantes. La sensación de no tener el control desestabiliza, necesitamos tener la certeza, como diría Jota, de que existimos, de que podemos decidir, de que elegimos por nosotros.
La correspondencia entre sueño(videojuego) y no sueño(realidad) no es exacta. En el videojuego del libro, si te matan puedes guardar la partida en una máquina de escribir y resucitar en el sitio desde donde la guardaste, pero en la realidad si te matan te mueres y punto.
¿Por qué una máquina de escribir? podría ser porque en cierto modo la escritura es eterna, los libros nos sobreviven o podría ser simplemente porque sí, sin más explicación.
¿Es posible que un chico viva solo sin sus padres desde los 15 años y que sus padres no sólo no estén muertos sino que vivan en otra casa y lo mantengan por medio de un psicólogo a domicilio al cual pagan? pues aunque estemos inclinados a pensar que no, a veces la realidad supera la ficción. Quién sabe.
En general el libro está bien pero al principio puedes tener la sensación de desidia: un psicólogo misógino que necesita tratamiento, un chico que concibe el mundo como una página porno y un "iluminado" para el que la solución es ir contra los instintos, aniquilar a todos los que no piensan igual y conseguir un estado neutro del alma, una especie de nihilismo que no comparto. En la segunda parte la sensación mejora. Las cosas no son ni blancas ni negras son grises.
10 comentarios:
Me da alegria que no compartas ese nihilismo que dices se refleja en la novela. Es verdad que la realidad supera a la ficción, pero recuerda lo que decía Wilde, siempre tan agudo, "La naturaleza imita a Shakespeare", lo que quiere decir que entre la literatura y la sociedad hay una especie de interrelación siempre. "Las penas del joven Werther" provocó una ola de suicidios juveniles en Europa, vamos, que se puso de moda pegarse un tiro por amor y contrariedad vital. Peligroso, muy peligroso.
Apunto esta novela. Me parece interesante. Además me recuerda a una peli muy buena que vi hace tiempo: Ben X.
Un saludo
La máquina de escribir, me recuerada la canción del mismo título de Los Planetas.
si me traen la ginebra a casa, aguantaré los años que me aguante el higadillo.
Misójino? el psicólogo es un personaje cojonudo! salido, pero cojonudo. Y, bueno, psicólogo. Al final acabas odiándolo, pero porque te identificas con Cascaradenuez. En fin, uno de los trozos que mas me gustan de la novela es ese monólogo largo suyo, sobre el amor en situaciones límite. Es una preciosidad.
Ya sé que es con g!
Clares, las cerves para cuando?
Tin,yo creo que te gustará.
Jaime, Los Planetas siempre presentes.
Salva, mejor en compañía, digo yo.
Amor, concibe a las mujeres como personas que miran a los hombres por encima del hombro, que se sienten superiores a él ¿estás segura de que no las odia?
27 años y todavía no comprendo qué demonios hago pasando frío en el infierno ...
"Tengo una pistola", "Caídos del cielo", "La pistola de mi hermano", a mí el título me recuerda mucho a Christina Rosenvinge y a Ray Loriga.
Saludos de Xesc, posiblemente el que menos comentarios deja en tu blog.
A mí me gustó, aunque es un poco largo.
A mí me gustó la primera parte y las conversaciones con el atípico psicólogo. La segunda parte la veo poco creíble.
Tienes razón de que te hace reflexionar sobre la sociedad y la frontera entre la realidad y la irrealidad.
Besos!
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