Agujeros negros

A algunos les toca la lotería y a otros ser jueces instructores de un expediente disciplinario. Y a mí no me ha tocado la lotería, por supuesto. Que luego no me digan que el sistema funciona cuando en realidad está lleno de agujeros negros. Quien no quiera mirar que no mire. Pero puede suceder que cuando abras los ojos sea demasiado tarde, que la piedra te alcanze a ti aunque el coche no sea tuyo. El color rosa hace mucho tiempo que se volvió negro. Lazos rojos para un funeral de conciencias que todavía no ha terminado o quizá sí.